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Este es el Himno Nacional escrito por el poeta José Santos Chocano

Hace poco se lanzó una campaña para devolver una estrofa al Himno Nacional del Perú que fue quitada en el 2009 sin previa consulta durante el segundo Gobierno de Alan García Pérez. El motivo de este corte es porque dicha estrofa era apócrifa; es decir, la letra no pertenecía a José de la Torre Ugarte. Sin embargo, se conjeturan otros motivos, principalmente religiosos, porque a cambio de quitar la conocida estrofa “Largo tiempo el peruano oprimido…” se cambió a una que rendía homenaje al Dios de Jacob.

Estrofa quitada y que se cantó por mucho tiempo:
Largo tiempo el peruano oprimido
La ominosa cadena arrastró;
Condenado a una cruel servidumbre
largo tiempo en silencio gimió.
Mas apenas el grito sagrado
¡Libertad! en sus costas se oyó,
la indolencia de esclavo sacude,
la humillada cerviz levantó.

Estrofa que quedó y que actualmente se canta:
En su cima los Andes sostengan
la bandera o pendón bicolor,
que a los siglos anuncie el esfuerzo
que ser libres, por siempre nos dio.
A su sombra vivamos tranquilos,
y al nacer por sus cumbres el Sol,
renovemos el gran juramento
que rendimos al Dios de Jacob.

Pero la historia de la letra es un poco larga y engorrosa porque sufrió diversas modificaciones, al igual que la música compuesta por José Bernardo Alcedo. El problema surgió, dicen los historiadores, porque nunca se oficializó dicho himno en las Normas Legales, que en ese entonces que se llamaba Gaceta del Gobierno de Lima Independiente.

Para poner paños fríos y, sobre todo para “quedar bien” con la “Madre Patria”, en 1901, el Gobierno de Eduardo López de Romaña ordenó la restauración de la música del Himno Nacional, a cargo Claudio Rebagliati; y convocó a un concurso para variar la letra del Himno “por ser de gusto anticuado y por las inconveniencias que contiene y no propias ya de esta época en que el Perú se encuentra en paz con todas las naciones”. Es decir, porque algunas estrofas eran ofensivas contra España.

Repasemos si de verdad son ofensivas:

ESTROFA III
Lima cumple ese voto solemne,
y severa su enojo mostró,
al tirano impotente lanzando
que intentaba alargar su opresión.
A su esfuerzo saltaron los fierros
y los surcos que en sí reparó,
le atizaron el odio y venganza
que heredó de su Inca y señor.

ESTROFA IV
Compatriotas, no más verla esclava,
si humillada tres siglos gimió,
para siempre jurémosla libre
manteniendo su propio esplendor.
Nuestros brazos hasta hoy desarmados,
estén siempre cebando el cañón,
que algún día las playas de Hesperia,
sentirán de su estruendo el terror.

ESTROFA V
Excitemos los celos de España,
pues presente con mengua y furor
que en el concurso de grandes naciones
nuestra patria entrará en parangón
Llenemos primero el reglón,
que el tirano ambicioso Iberino,
que la América toda asoló

Bueno sí, pero ¿qué esperaban? ¡Necesitábamos cantarle a quien se oponía a nuestra libertad!

Uno de los más entusiastas con este cambio de letra fue nada menos que Ricardo Palma, quien consideraba a la letra de José de la Torre Ugarte de baja calidad y no merecía la melodía del maestro Alcedo. “Son malas con M de Manicomio”, dijo en referencia a las estrofas. “Las estrofas, inspiradas en el patrioterismo que por esos días dominaba, son pobres como pensamiento y desdichadas en cuanto a buen gusto y corrección de forma. Hay en una de ellas mucho de fanfarronada, y en las otras poco de la verdadera altivez republicana”, escribió una vez.

Aunque al principio prefería no cambiar las estrofas a pesar de parecerle malas, el autor de Tradiciones Peruanas finalmente apoyó la modificación pero prefería no variar el coro porque lo consideraba un “inmortal recuerdo de nuestros días épicos”.

“Conservémoslos [a las letras del coro], como inmortal recuerdo de nuestros días épicos. Conservémoslos, porque ese coro lo cantaron los peruanos en el llano de Junín, después de la victoria, y lo cantaron también a la falta del Condorcunca el día en que lució el espléndido sol de Ayacucho. Conservémoslos, porque tres generaciones han sido arrulladas con las palabras de ese coro que todo peruano conserva en la memoria. Conservémoslos en homenaje respetuoso a los próceres que me dieron patria”, escribió Ricardo Palma en una carta dirigida al Gobierno y en donde, además, pedía renunciar a la presidencia jurado que calificaría la nueva letra.

Esta carta impulsó más la propuesta del presidente y la renuncia de Palma no fue aceptada. Finalmente, el concurso se lanzó y se eligió –de entre veinte propuestas– la letra compuesta por José Santos Chocano (1875-1934), poeta peruano que merece una serie de Netflix.

Recordemos que finalmente se decidió no variar el coro. Estas fueron las estrofas de Chocano:

Estrofas

I
Si Bolívar salvó los abismos,
San Martín coronó la altitud;
y en la historia de América se unen
como se unen arrojo y virtud.
Por su emblema sagrado la Patria
tendrá siempre, en altares de luz,
cual si fuesen dos rayos de gloria,
dos espadas formando una cruz.

II
Evoquemos a aquellos que un día
nos legaron eterna lección;
y ensalcemos, no en vanas palabras,
sino en hechos, la Paz y Unión.
¡Trabajemos! Las manos sangrientas
se depuran en esa labor;
¡que la guerra es el filo que corta,
y el trabajo es el nudo de amor!

III
El trabajo nos ciñe laureles,
si la lucha nos dio libertad.
¡Trabajemos! ¡Abramos la tierra,
como se abre a la luz la verdad;
arranquemos el oro a las minas;
transformemos la selva en hogar;
redimamos el hierro en la industria
y poblemos de naves el mar!

IV
A vivir subyugados sin gloria,
prefiramos morir sin baldón,
que así sólo verán nuestros héroes
satisfecha su noble ambición.
¡Somos libres! Gritaron los pueblos:
y la Patria fue libre a esa voz,
¡como el Orbe salió de la Nada
a una sola palabra de Dios!

Esta nueva letra tampoco fue oficializada, pero fue difundida y promocionada para que se cante en los colegios, tal como lo recuerda Luis Alberto Sánchez:

“Nosotros cantamos las estrofas en las fiestas escolares y en varios 28 de julio hasta 1910, más o menos. Después se restauraron las estrofas primitivas De la Torre Ugarte, mediante un pedido o decreto del Congreso, según recordamos imprecisamente. En todo caso estas estrofas de Chocano fueron Himno Oficial del Perú, durante dos lustros”.

Luego de esos dos lustros, el Himno Nacional regresó a las letras de José de la Torre Ugarte durante el Gobierno de Guillermo Billingurst. Después sufrió “retoques” durante años posteriores (Morales Bermúdez, Belaúnde Terry) hasta el 2009, cuando Alan García finalmente decide que se debe cantar la última estrofa como la primera.

Bonus track:

En 1959, Raúl Porras Barrenechea le pide a  Chabuca Granda que componga un reemplazo para la primera estrofa, pero esta no fue aceptada ni se difundió. Esta fue:

Gloria enhiesta en milenios de historia
fue moldeando el sentir nacional
y fue el grito de Túpac Amaru
el que alerta, el que exige
y el que impele, hacia la libertad.
Y el criollo y el indio se estrechan
anhelantes de un único ideal
y la entrega de su alma y su sangre
dio el blanco y los rojos
del emblema que al mundo anunció
que soberano se yergue el Perú.
Para gloria de Dios.

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