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Poemas en homenaje al padre, al papá, al querido viejo

Revisa poemas de diferentes autores que resaltan el amor hacia el padre

Extracto de “La creación de Adán”, pintura de Miguel Ángel.

En la literatura, el homenaje al padre no es tan masivo como el que se la hace a la madre. Es más, existen escritos donde se critica o reclama el comportamiento del padre, tal como lo hace Franz Kafka o Mario Vargas Llosa.

Sin embargo, sí existen escritos donde el padre es la figura central, especialmente poemas, como por ejemplo los que a continuación presentamos.

[Lee también: 22 hermosos poemas dedicados a la madre]

Los pasos lejanos
Autor: César Vallejo

Mi padre duerme. Su semblante augusto
figura un apacible corazón;
está ahora tan dulce…
si hay algo en él de amargo, seré yo.

Hay soledad en el hogar; se reza;
y no hay noticias de los hijos hoy.
Mi padre se despierta, ausculta
la huida a Egipto, el restañante adiós.

Está ahora tan cerca;
si hay algo en él de lejos, seré yo.
Y mi madre pasea allá en los huertos,
saboreando un sabor ya sin sabor.
Está ahora tan suave,
tan ala, tan salida, tan amor.

Hay soledad en el hogar sin bulla,
sin noticias, sin verde, sin niñez.
Y si hay algo quebrado en esta tarde,
y que baja y que cruje,
son dos viejos caminos blancos, curvos.
Por ellos va mi corazón a pie.

A mi padre
Autor: Pablo Neruda

A Dios doy gracias por ser mi padre.
Por tus reproches y consejos.
Por el bien que me enseñaste
y de mi ser siempre cuidaste.
Por ser padre bondadoso,
lleno de paz y sabiduría.
Porque amas la verdad.
Justicia y rectitud en demasía.
Por ser mi padre amado
y enseñarme la caridad.
Sentimientos nobles te cubren.
No conoces la maldad.
Caballero noble y parco,
me enseñaste a luchar.
Aspirando siempre a lo más alto
y a mis sueños no renunciar.
Por aborrecer todo lo malo.
Por tus celestiales valores.
Por guiarme de la mano
en senderos llenos de flores.

 

Hablando al Padre
Autora: Gabriela Mistral

Padre: has de oír
este decir
que se me abre en los labios como flor…
Te llamaré
Padre, porque
la palabra me sabe a más amor.

Tuya me sé
pues que miré
en mi carne prendido tu fulgor.
Me has de ayudar
a caminar,
sin deshojar mi rosa de esplendor.

Me has de ayudar
a alimentar
como una llama azul mi juventud,
sin material
basto y carnal:
¡con olorosos leños de virtud!

Por cuanto soy
gracias te doy:
porque me abren los cielos su joyel,
me canta el mar
y echa el pomar
para mis labios en sus pomas miel.

Porque me das,
Padre, en la faz
la gracia de la nieve recibir
y por el ver
la tarde arder:
¡por el encantamiento de existir!

Por el tener
más que otro ser
capacidad de amor y de emoción
y el anhelar
y el alcanzar,
ir poniendo en la vida perfección.

Padre, para ir
por el vivir,
dame tu mano suave y tu amistad,
pues, te diré,
sola no sé
ir rectamente hacia tu claridad.

Dame el saber
de cada ser
a la huerta llamar con suavidad,
llevarle el don,
mi corazón,
¡y nevarle de lirios su heredad!

Dame el pensar
en Ti al rodar
herida en medio del camino. Así
no llamaré,
recordaré
el vendador sutil que alienta en Ti.

Tras el vivir,
dame el dormir
con los que aquí anudaste a mi querer.
Dé tu arrullar
hondo el soñar.
¡Hogar dentro de Ti nos has de hacer!

 

Bebe en mi cántaro
Autor: Víctor Heredia

Cómo olvidar que fuimos dos
corriendo al valle sin temor
que de tu mano dibujé
mi barrilete de color,
Que me enseñaste a no mentir
que la dureza no es rigor
y cuando tuve que llorar
quisiste hacerlo tú por mí.
Padre, no tengas miedo
si se te achica el cielo.
Yo tengo un horizonte
de remansos para ti.
Tómate de mi brazo
y aminorando el paso
vamos a caminar
que es tiempo aún para comenzar.
Bebe en mi cántaro si tienes sed.
Por ti aprendí que la mujer
no es un adorno del varón.
Baraja donde duerme el rey
de corazones del amor.
Y por tus canas recorrí
este camino de aprender
y del baldío hasta tu voz
siempre fui un niño por crecer.

 

A mi padre
Autor: Jorge Luis Borges

Tú quisiste morir enteramente.
La carne y la gran alma. Tú quisiste
entrar en la otra sombra sin el triste
gemido del medroso y del doliente.

Te hemos visto morir con el tranquilo
ánimo de tu padre ante las balas.
La roja guerra no te dio sus alas,
la lenta parca fue cortando el hilo.

Te hemos visto morir sonriente y ciego.
Nada esperabas ver del otro lado,
Pero tu sombra acaso ha divisado

los arquetipos que Platón el Griego
soñó y que me explicabas. Nadie sabe
de qué mañana el mármol es la llave.

 

Enseñarás
Autora: Madre Teresa de Calcuta

Enseñarás a volar
pero no volarán tu vuelo.
Enseñarás a soñar,
pero no soñarán tu sueño.
Enseñarás a vivir,
pero no vivirán tu vida.

Sin embargo,
en cada vuelo,
en cada vida,
en cada sueño,
perdurará siempre la huella
del camino enseñado.

 

Papá
Autor: Alberto Hidalgo

Tenía el padre un parecido grande con la bondad
La misma frente iguales ademanes
Idéntica manera de moverse hacia los lados
Como distribuyéndose en las cosas
Como soltando partes suyas para que las asieran las personas
El padre y la bondad eran sosías

Entiendo que el tórax era poco
Año tras año ampliaba el domicilio en que alojaba el corazón
Y de tal modo este llegó a ocupar todo su cuerpo
Allí a sus huéspedes brindaba atención de primera
En costumbre de abrazos en que cabían miles
Sin promiscuarse y sin hacinamiento
Porque al espacio su conducta cual si fuera de goma lo estiraba

No era una vela pero ardía
Pasiones contenidas no exportadas quemábanlo
Los libros que pensaba y no escribía eran su incendio
Las lecturas el ver el ansia de escuchar lo combustían
En la voz en las manos en los ojos se le pulsaban 39 grados
Hizo llamar a médicos y su diagnóstico fue absurdo
Por no dar en la tecla y no auscultarle el alma no advirtieron
Que él quería ser cielo y se iba en fuego
En lo que sale de la hoguera en fibra

La profesión que ejerció fue el entregarse
Proporcionaba una amistad de higuera que daba alimento y sombra
Y por eso después de atacarlo la muerte se dio cuenta
De que había abatido no solamente a un hombre sino a un árbol
Aún quedan sus raíces en la tierra

 

Día del Padre
Autora: Rosina Valcárcel

Lince
la casa medio vacía
mamá invicta barre su cansancio
los hermanos en otros caminos
papá de luto bebe sus mejores sueños
y yo desatinada
todavía regalo con el sol
un racimo de flores y propaganda.

 

En busca de sus viejos ojos
Autora: Rosina Valcárcel

Llega mi padre
Vencido por el tiempo,
Afligido de distancia.
Sube al cuarto, se acuesta,
Cierra los ojos,
Lloro a su lado
Y le escondo los zapatos.
Cierro su puerta,
Bajo,
Siento un ruido
Y veo su cuerpo descender.
Me pide sus zapatos,
Le pregunto:
Papá, ¿adónde vas?
—A buscar mis viejos ojos.
Y se va papá,
Vuelve en la noche,
Vuelve al día siguiente,
Y se vuelve a ir
Tras sus viejos ojos.

 

Mi padre un círculo rojo
(a Gustavo Valcárcel)
Autora: Rosina Valcárcel

Sus pulcras manos obstinadas eran efecto de los sueños
La playa o metamorfosis de su propia memoria
Lima, los toros, Barranco, el mar, las tardes
Amó a Quevedo en la noche cuando nadaba junto a los delfines
Al inicio fue un gallo
De muchacha, mi padre me despertaba al clarear el día
Él tenía entonces cabellos oscuros y ojos de diamantes
Se perdía en los puertos al atardecer al encuentro de Vallejo
Bebimos aguardiente una mañana en los años 70
Y reclamé: —¿Por qué eres tan callado como el búho?
Naciste desierto, eres espejismo y te alejas bajo el sol
—«Se está acabando el pisco —me dijo alarmado— y aún no llegas al meollo»
Habla, repliqué
Mas mi padre calló y pensó en Góngora
Él era alcohólico y solitario
Una mágica pluma escribía
Sonetos excelsos y cantares a los obreros
Sus brazos dibujan anhelos del porvenir
Sus labios ebrios inventan narraciones antiguas
Pueblos fantásticos cantan a Machado
Apura gota a gota su optimismo
Al caer el Muro de Berlín registra:
«Qué dolor, y ni un solo disparo»
Y al llegar el ocaso de los países del Este
Danza un tango con la muerte
En 1992 desorbitada haga una jugada de alfil
Y exclamo: Hoy no puedes partir es Primero de Mayo
Día del Proletariado, natalicio de mamá y mi cumpleaños
A las pocas horas resucita el elefante herido y pregunta
«¿Aún es 1° de Mayo? Vengan pronto» Y nos abraza
Entre rosas rojas, llantos, suspiros
Al recuperar mi color siento la tibieza de su niñez oscura
El tiempo del piano / la transparencia de su piel morada
Solo parte al Olimpo a reunirse con sus camaradas poetas
Con quienes caminó muy junto y rumbeó largas noches
Al final fue un gallo rojo

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Si bien lo siguiente es una canción, y existen muchas canciones que rinden homenaje al padre, consideramos que esta letra de Piero es un auténtico poema que homenajea de manera hermosa al padre.

Mi viejo
Autor: Piero

Es un buen tipo mi viejo
Que anda solo y esperando
Tiene la tristeza larga
De tanto venir andando

Yo lo miro de desde lejos
Pero somos tan distintos
Es que creció con el siglo
Con tranvía y vino tinto

Viejo, mi querido viejo
Ahora ya caminas lerdo
Como perdonando el viento
Yo soy tu sangre, mi viejo
Soy tu silencio y tu tiempo

Él tiene los ojos buenos
Y una figura pesada
La edad se le vino encima
Sin carnaval ni comparsa

Yo tengo los años nuevos
Mi padre los años viejos
El dolor lo lleva dentro
Y tiene historia sin tiempo

Viejo, mi querido viejo
Ahora ya caminas lerdo
Como perdonando el viento
Yo soy tu sangre, mi viejo
Soy tu silencio y tu tiempo
Yo soy tu sangre, mi viejo, yo
Soy tu silencio y tu tiempo
Yo soy tu sangre, mi viejo.

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