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Javier Cercas: “Lo mejor que le puede suceder a la literatura es que sea popular”

El autor de «Soldado de Salamina» cuestiona aquella superstición literaria que afirma que «la buena literatura solo puede ser una literatura minoritaria, secreta, casi de catacumbas».

Foto: Hoy.es

En la siguiente reflexión, el escritor español Javier Cercas defiende la literatura popular frente a los prejuicios críticos que la consideran inferior. Recupera ejemplos históricos y desmonta una de las supersticiones más persistentes del mundo literario: la idea de que solo lo minoritario es valioso. Cercas plantea un deseo urgente y provocador: que la buena literatura vuelva a ser masiva, relevante, y le hable directamente a la gente.

Javier Cercas (1962) es novelista, ensayista y columnista. Su obra mezcla ficción e historia con una mirada ética y política. Alcanzó gran notoriedad con Soldados de Salamina (2001), a la que siguieron títulos como Anatomía de un instante, El impostor y Terra Alta, ganadora del Premio Planeta 2019. Cercas es una de las voces más influyentes de la narrativa española contemporánea.

Repasemos un fragmento de la entrevista realizada por la escritora peruana Karina Pacheco, en el Hay Festival Arequipa de 2020.

 

Literatura popular y buena literatura

Es verdad que existe, de parte de la crítica, un cierto prejuicio respecto a los libros populares. Terra Alta ha obtenido el Premio Planeta, que es el premio más popular de la lengua española, como sabes. Y eso pone en guardia enseguida a la crítica. No a los lectores, pero sí a la crítica. Y eso se produce por muchas razones, pero, quizá sobre todo, en mi opinión, por culpa de una de las supersticiones literarias más arraigadas en nuestro tiempo, esa que dice que la buena literatura solo puede ser una literatura minoritaria, secreta, casi de catacumbas. Eso es una superstición que tiene apenas un siglo y medio de existencia, y que, como cualquier superstición, no guarda la menor relación con la realidad.

Basta pensar que el Quijote fue extraordinariamente popular en su época. Fue un auténtico best seller, hasta los analfabetos sabían quiénes eran don Quijote y Sancho —como el propio Cervantes se encarga de recordar en la segunda parte—, entre otras razones porque la novela se leía en voz alta en las ventas y en las posadas.

Shakespeare fue un escritor muy popular en la Inglaterra isabelina. Tú has hablado sobre Los miserables, y esa novela fue un terremoto tremendo en la Francia de mediados del siglo XIX. En aquella época, algunos de los mejores escritores eran sumamente populares. Alguien ha dicho que Lord Byron era tan popular, tan famoso como Paul McCartney. Es decir, que la literatura puede ser muy buena y popular.

Por supuesto, no estoy diciendo que solo la literatura popular sea la buena literatura; eso sería tan estúpido como decir lo contrario. Lo que estoy diciendo es que no existe una incompatibilidad entre la buena literatura y la literatura popular; más aún, estoy diciendo que lo mejor que le puede suceder a la literatura es que sea popular, que vuelva a ser popular, que vuelva a ser relevante para la gente, que le diga cosas importantes a la gente. Así que eso de que la literatura popular solo puede ser mala es un prejuicio crítico. Además, a la larga, toda gran literatura se impone. Es decir, toda literatura acaba siendo popular. Kafka fue un escritor muy poco leído en su época. Pero hoy, casi un siglo después de su muerte, es uno de los escritores más leídos del mundo. Entonces, ese prejuicio contra la literatura popular es simplemente una superstición que delata la estupidez de quien la sostiene y, sobre todo, es catastrófica para la literatura. Insisto: lo mejor que puede suceder en la literatura es que vuelva a ser popular, que vuelva a decirle cosas importantes a la gente.

Los libros son buenos o malos, independientemente de si son más o menos leídos, más o menos populares.

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