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¿Quién fue Melina, la mujer que inspiró una de las mejores canciones de Camilo Sesto?

Es una de las canciones más recordadas del músico español, y hasta hoy es reproducida de manera masiva en diversas plataformas

En 1975, en el disco Amor libre, el cantante español, Camilo Sesto presentó “Melina”, una de sus más recordadas canciones. Hasta hoy, este tema es tan popular que solo una de las versiones en Youtube sobrepasa los cien millones de reproducciones.

¿A quién le dedicó esta letra que ya es inmortal?

Melina
[Camilo Sesto]

Eres fuego de amor
luz del sol, volcán y tierra
por donde pasas, dejas huella.
Mujer, tú naciste para querer
has luchado por volver
a tu tierra y con tu gente.

Has vuelto Melina
alza tus manos hacia Dios
que Él escuche tu voz
La-ra-rai-ra-ra-ra.

Has vuelto Melina
tus ojos reflejan el dolor
y tu alma el amor
la-ra-rai-ra-ra-ra.

La huella de tu canto echo raíces, Melina
y vuelven a reír tus ojos grises, Melina
La-ra-ra-ra-ra-ra-ra-ra-rai-ra-ra-ra.

Tu vida y tu razón es tu país
donde el mar se hizo gris
donde el llanto, ahora es canto.

Has vuelto Melina
alza tus manos hacia Dios
que Él escuche tu voz
la-ra-rai-ra-ra-ra…

La última gran “diosa griega”

La canción fue dedicada a Melina Mercouri, actriz y cantante, también reconocida activista, considerada la última gran “diosa griega”.

Melina nació en Atenas, el 18 de octubre de 1920. A su éxito como actriz, se sumó su incursión en la música. Sin embargo, en sus venas corría también la política: su abuelo fue alcalde de Atenas, su papá legislador y, su tío, líder del Partido Nacional Socialista Griego.

En 1967, en Grecia se instauró una dictadura militar que se extendió hasta 1974. Tras este hecho, Melina nunca calló al respecto, y sacó provecho a su fama para organizar protestas y poner este tema en la agenda internacional. Por esas acciones sufrió persecución, sus discos fueron prohibidos, sus bienes confiscados, e incluso estuvo a punto de sufrir un atentado: el 7 de marzo de 1969, en Génova (Italia), encontraron una bomba instalada en un teatro donde ella se iba a presentar.

Por su incansable activismo, el llamado Régimen de los Coroneles le quitó la ciudadanía, pero ella respondió: “Nací griega y moriré griega. Stylanos Pattakos nació fascista y morirá fascista”. Melina fue acusada por los militares por supuestamente promover la instauración del comunismo y no la democracia. Tras la caída de la dictadura, se conoció que hubo una estrategia para desprestigiarla.

Con el retorno de la democracia en Grecia, Melina regresó a su país y participó más activamente en política. En 1981 se convirtió en la primera griega en ocupar el puesto de ministra de Cultura, cargo que ostentó durante dos legislaturas, hasta 1989. Volvió a desempeñar el cargo entre 1993 y 1994.

Melina murió en un hospital de Nueva York, en 1994, a los setenta y tres años, debido a un cáncer de pulmón. Su cuerpo llegó a Grecia el 8 de marzo de 1994 y fue llevado en peregrinación popular de dos días a la capilla de la Diócesis de Atenas.

En el trabajo cinematográfico de Melina figuran Stella (1955), dirigido por Michael Cacoyannis; Nunca en domingo (1960), dirigida por Dassin, por el cual obtuvo una nominación al Oscar como mejor actriz. Además, protagonizó otras películas como Phaedra (1962), Topkapi (1964) y Gaily, Gaily (1969), entre otras.

 

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