
¿Qué opinaban las poetas peruanas sobre el erotismo antes del 2000? ¿Contra qué o quiénes luchaban las poetas que apostaban por los versos que han erizado la piel de más de una generación? A continuación, presentamos 13 testimonios de poetas peruanas sobre la poesía dedicada al cuerpo y el deseo.
La siguiente lista de testimonios fue recopilada en el libro La poeta peruana y el erotismo, de José Beltrán Peña (Editorial San Marcos, 2000).
Yolanda Westphalen:
«El erotismo es un refinamiento de la sexualidad. Es un saber en dónde y cuándo la caricia no es tan solo necesaria, sino que ella es en sí, todo un despertar, un prolongar y un compartir el lenguaje amoroso con su pareja. El verdadero amante es un artista que inicia el deseo, despertando la avidez del instinto en ambos, pero expresando sus exigencias con gestos de ternura creados en la intimidad de esa hambre de completarse. La pasión así lograda gana con el sortilegio del pausado rítmico de caricias compartidas, que son el preámbulo necesario, para un buen logro del fáustico exorcismo del orgasmo, que adormilando energías consumidas, vuelve a recomenzar el darse amoroso, adormeciendo ternuras y dulzuras, que ascienden la necesaria avidez del instinto, a la creatividad de un arte que es la expresión de un lenguaje sensual de exquisitos logros».
Carmen Ollé:
«Yo no especulo con lo erótico. Simplemente lo erótico para mí, forma parte de la vida en toda su complejidad».
Rosina Valcárcel:
«Lo erótico no se ha perdido del todo. Me parece natural que las mujeres peruanas hayamos asumido el erotismo como elemento de denuncia, en un medio como el que vivimos. Existe un machismo que los hombres arrastran y ante esto las mujeres hemos creado una corriente».
Sonia Luz Carrillo:
«Considero necesario distinguir entre lo corporal y Eros. Por la misma razón de que no es posible identificar sexualidad sólo con genitalidad. Personalmente, trato que mi trabajo poético hable de la vida en todas sus múltiples manifestaciones».
Luz María Sarria:
«La poesía de los cuerpos evidentemente, algunos la han llamado poesía genital, pero este es un término peyorativo. Yo creo que en el erotismo hay muchos matices, es un paliativo para la soledad, es una búsqueda que tiene actos y entreactos. Podemos también hablar de la seducción, del recuerdo, del eros mismo, de la melancolía. La poesía erótica, buena o regular o notable en algunos casos, ha cumplido la función de ser insurrecta, rebelde; desnudarse en público es una manera de celebrar la libertad, aunque claro, esto no ha estado exento de cierto exhibicionismo».
Dalmacia Ruiz Rosas:
«Creo que seguirá siempre (el erotisno) porque es algo que está en todos. Por lo que se tiene y a veces por lo que no se tiene, el erotismo es algo que está ahí. Lo erótico me parece una parte más, igual que existen otros elementos que me fastidian más incluso».
Rosario Valdivia Paz-Soldán:
«Creo que el erotismo dentro de la poesía contemporánea, escrita por mujeres, juega un rol esencial, no obstante, ha perdido su primacía con respecto a la década de los 80, en donde los temas de amor que lindaban con los temas pornográficos eran comunes, constituyendo pues, una puerta de escape para la poeta silenciada en este aspecto, por tanto tiempo. En la actualidad sigue abordándose el tema del amor con un matiz crudo, desvestido de cualquier metáfora».
Beatriz Moreno:
«El Elam Vitae, es el impulso de vida y está directamente traducido en el eros, es decir el aspecto erótico de la existencia erotismo puede abarcarlo todo, dependiendo la actitud con que se vive. Y este tema, tratado en poesía por la escritora peruana es, ad portas siglo XXI, un tema que ellas tratan con pinzas. Hay mucho trabajo referido a este tema, pero es un trabajo inédito y hasta oculto. En estos últimos cinco años, se nota una apertura, parece que se van rompiendo las ataduras y encontramos mujeres es escribiendo valientemente sobre este controvertido tema, pero, lamentablemente no es lo mejor aquello que asoma el público. Porque se ha dado de confundir el tema erótico con el tema puramente pornográfico y la diferencia es abismal. ¿Qué es más sutil? ¿Qué es más erótico, en última instancia, una mujer desnuda o una mujer vuelta en gasas? Indudablemente, la segunda. Esto es lo que está sucediendo en poesía: se nombra directamente a las cosas, se cae en prosaísmo, se abruma o hasta se ofende al lector con confesiones de experiencias personales que no tienen tratamiento poético y que muchas veces hasta son una mala prosa. Se ha confundido poesía erótica con una prosa llena de palabras obscenas y hasta degradan a quien transmite su éxtasis en tan descarada y dura forma. Lo provocativo, pornográfico y obsceno, no necesariamente es erótico, a veces, hasta inhibe al eros; y resulta un acto agresivo contra el lector».
Rosella Di Paolo:
«Lo erótico no es solo sexual. La vida para mí es un acto de flagrante erotismo, el hecho de estar ahí todo el tiempo en estado de vida, haciendo cosas. La vida en sí es erótica. Es todo lo contrario a la muerte».
Doris Moromisato:
«(Mi poemario) va desde la ternura de la melancolía y su encuentro con la ciudad, porque es una realidad nueva dolorosa y por tanto difícil; hasta temas filosóficos o flexivos apelando a Sábato, Yourcenar, Mishima, pasando por poemas eróticos desde mi ámbito de mujer, empiezo a descubrir cuerpo; sus múltiples posibilidades, sus tristes limitaciones, sus mágicos encantos».
Rocío Silva-Santisteban:
«Nosotras las subdesarrolladas, hemos logrado un espacio de reflexión sobre nuestro cuerpo y sobre una de las formas más placenteras de comunicación: el erotismo. Por supuesto dentro de nuestro medio conservador y ultramachista somos las apestadas y por ello hay quienes (nunca faltan) han tratado de minimizar nuestras propuestas tildándonos de miniboom y otras torpezas por el estilo».
Marcela Robles:
«Creo que el cuerpo femenino es una permanente fuente de belleza. Por eso considero importante poetizar sobre nuestro cuerpo. Pero no solo es importante en el sentido estético. El cuerpo femenino (la sexualidad femenina) es una constante inagotable de sorpresas, en parte porque la mujer ha empezado hablar sobre su propio erotismo hace relativamente poco tiempo. El que la mujer hable hoy en día con cierta impudicia sobre sí mismo demuestra que está reafirmándose en un aspecto más de su realización integral».
Patricia Alba:
«Algún apóstol, creo, decía que el cuerpo es el templo del alma, y yo pienso que es cierto. De alguna manera, en las mujeres, supongo también en el caso de los hombres, pero de modo distinto, el cuerpo no solo es el instrumento de seducción, para lo que ha estado hecha la mujer durante mucho tiempo. Muchas poetas empezamos, y hay otras que lo siguen haciendo, a escribir poesía a partir del cuerpo porque este era lo que nos encasillaba pero, a la vez, liberaba. Y es que el erotismo es importante porque es el primer corte que la mujer puede hacer: corta por el lado que más le friega, que más la oprime, que es el cuerpo precisamente: el lugar que tiene más tabúes. Si terminas con eso después puedes hablar de lo que te da la gana. Entonces hacer esa poesía era liberarte de una carga y escribir desde convertirse en nuevo cepo, encasillarnos igualmente. Creo, por eso que esa poesía del cuerpo sido la primera etapa de una producción que tenía que ubicarse, y ahora varias estamos en otra cosa».
Comentarios de Facebook