Eduardo Reyme Wendell nos comparte uno de los primeros poemas que formarán parte del libro “La máxima expresión. Breve repaso poético y tribunero en grito de gol que aborda la grandeza de Universitario de Deportes del Perú en su centenario”. El libro será una mezcla de varios registros comunicativos que buscará homenajear a los principales jugadores que dejaron huella tras su paso por el club y a quienes con goles y tapadas significativas están en la historia y el corazón de los hinchas cremas.
[A tus casi cien]
Naciste como la Federación Deportiva Universitaria;
el año 24, San Marcos te cobijó.
Por las tardes, un gimnasio que reunía a estudiantes matizó la presión estudiantil.
Dicen que fue tu cuna aquel lugar donde nacerías
para ser el más grande del Perú
pero antes de mirar tu historia
vale decir que tu destino era ser el más popular y uno de los
más queridos del país.
José Rubio Galindo de Letras y Luis Málaga de San Fernando te soñaron por nosotros
e intercambiaron ideas y te erigieron grande entre
los grandes de América.
La locura se hizo carne y creció en grupo.
Carlos Cáceres Alvarez te debe muchísimo a ti y al deporte
en general porque allí donde el aliento y la pasión no era todo
la organización tuvo que pesar.
Y llegó Plácido Domingo, Eduardo Astengo, Mario de Las Casas,
Alberto Denegri, Luis de Souza Ferreyra y Andrés Rotta.
Fue 7 de agosto la fecha.
Naciste como Asociación de los equipos representativos de las
Facultades y las escuelas especiales de Ingeniería y Normal Central.
Iniciaste en los torneos interfacultades:
Ingeniería se lo llevó el 24, Letras el 25, repitió el plato Ingeniería el 26 y
Derecho no se quedó atrás en el 27.
La Federación Peruana de Fútbol oficializó el Campeonato Interuniversitario.
Participó San Fernando, San Carlos, Escuela Normal, Escuela de Agricultura,
Escuela de Ingenieros y Universidad Católica.
A la final se fueron San Carlos y San Fernando: el primero se alzó con la copa.
El Comité Nacional de Deportes reconoció a la
Federación Universitaria de Fútbol como Liga, por eso dicen
que naciste grande y gallardo.
Participaste junto a la Liga Peruana de Fútbol,
la Asociación Amateur, la Liga Chalaca, Circolo Sportivo Italino y Lima Cricket formando la
naciente Federación de Fútbol.
Del 24 al 27 no interviniste en el Campeonato de Selección y Competencia.
Jugaste tus primeros amistosos con resultados inimaginables y
en 1928 la Federación Peruana de Fútbol te aceptó como
club de primera profesional, lugar donde te has mantenido defendiendo tu historia y tus
colores en la cancha.
Ningún favoritismo nos apadrinó, compadre.
Para 1928 no solo tú fuiste aceptado. En 1926 participaron 11 equipos más.
En el 27 fueron 8 los equipos. Para 1928, 19.
La Federación Universitaria llegó a primera sin pisar segunda,
y en primera te has mantenido desde entonces.
El 27 participaste en el Campeonato Selección y Competencia, y
escoltaste al compadre ganándole el primer clásico que fundaría esta
historia de nunca acabar.
Supiste que nada te sería fácil desde entonces y que grande
hay solo uno en el país.
Fue Pablo Pacheco quien mostró el camino,
hizo un gol con el que ganaste y allí demostraste que en el fútbol
tampoco había favoritos y que no se ganan los partidos hablando antes
de jugar.
Nadie entonces te volvió a mirar por encima del hombro.
Tu gloria se resume en el 29, el 34 y el 39,
En la década del 40 fue el 41, el 45, el 46 y el 49,
En los 50 el torneo del 59,
60, 67 y 69 fueron también los hermosos 60s
El 71 y el 74 para los 70s.
En los 80s fueron el 82, el 85 y el 87.
Ya en los 90s arrasaste en el 90, 92, 93 logrando el tri en
el 98, 99 y el 2000.
2009 y 2013 escoltan ahora tus coronas.
Muchos te reclaman un campeonato más que todos sabemos
ya llegará. Llama la atención; sin embargo, que son nuestros rivales
los más pendientes de dicha petición que ya pronto se les hará realidad.
Fue 7 de agosto la fecha, pero pocos saben que fue el 11 de setiembre
cuando se confeccionaron las bases. Te reuniste en la Calle Juan
de La Coba 106. (Esa calle que ya no existe y que quedaba en la
primera cuadra de la Av. Abancay).
Un año después fue en la calle Monopinta. Se logró el 25 competir ante clubes afiliados.
Debutaste el 2 de mayo de 1925 en el Estadio Nacional ante José Gálvez.
El empate a 2 fue el resultado. Fue White Star de Arequipa tu primer interprovincial.
Saliste de gira y tu elegancia se paseó por Huacho y Arequipa.
Participaste en la Copa Gubbins con Circolo, Germania, Lawn Tennis,
Lima Cricket, Escuela Militar y Escuela Naval.
El 28 saliste subcampeón.
(Tu primera gloria tendría que esperar para que en 1929 grites campeón).
Con tu grandeza también crecieron los problemas contra
los que nos hemos enfrentado desde siempre.
Discrepancias con el rector de San Marcos (y el presidente Augusto B. Leguía de paso) llevó a
que se prohíba la utilización del nombre y el año 33
tuviste que dejar de ser Federación Universitaria para pasar a ser aquello que
nunca dejaremos de ser: Club Universitario de Deportes.
Quedó con nosotros el símbolo de la U dibujada por el arequipeño Málaga y consagramos la
autonomía que nunca perdimos porque ni organizativa ni económicamente
dependimos de la Decana.
El Comité Nacional de Deportes te entregó un espacio debajo de la tribuna del Nacional y allí
fueron las primeras concentraciones.
Fuera de San Marcos ese sería el primer claustro.
Los pioneros dormían ahí y muy a la mañana se levantaban para entrenar, desayunar e ir a la
vieja Casona del Parque Universitario.
Ese espíritu de lucha que te caracteriza se tuvo desde el vientre: la hemos heredado todos.
Pasaste a un espacio arrendado en la Av. Arica, luego a la Quinta Cisneros y a la calle Vargas
Machuca.
El espíritu de verte grande hizo que el esfuerzo colectivo de directivos y futbolistas a través de
recaudaciones, rifas y algún préstamo te sacaran adelante.
Te mudaste entonces a la calle Belén 1092 y de ahí a Odriozola donde
un 20 de julio del 52 nacería el estadio “Lolo Fernández”, en honor a tu máximo ídolo.
Fue un 7 de agosto a las 7 de la noche de mil novecientos veinticuatro
día que bajo la presidencia de Luis Málaga Arenas
naciste para darnos alegrías y triunfos, y aunque ganes o pierdas nadie te podrá reclamar
que los momentos felices fueron siempre más.
Hemos heredado el amor a tus colores por nuestros padres y abuelos, tenemos la obligación
de contar tu historia a tus casi cien.
99 años han pasado desde entonces y los hinchas de ayer son los mismos de hoy, pero
más fuertes que nunca por tus colores.
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